Ayuntamiento de Cañada Rosal

Rehabilitación de antigua casa de labranza para sede del nuevo Ayuntamiento de Cañada Rosal (Sevilla).

Se trata de recuperar el edifico que fuera, durante varios años, sede del antiguo Cuartel de la Guardia Civil, siendo uno de los objetivos incluir una sala de exposición permanente y biblioteca-archivo, sin perder los valores de proporciones y escala que posee inicialmente.

La morfología del pueblo, fundado en plena Ilustración Española como toma de posesión del territorio, hace ver a los técnicos redactores del proyecto, que el nuevo ayuntamiento carrosaleño tiene que ser el edificio más representativo y que junto con la Iglesia Santa Ana, son los nuevos elementos generadores de la evolución morfológica de nuestro municipio.

Ubicada su entrada principal en calle Cristóbal Colon, los otros usos otorgados al inmueble, tales como: juzgados, biblioteca pública, museo o sala de exposición permanente de la época y representaciones al aire libre, exigen otra entrada independiente (probablemente de mayor afluencia), obligando a evaluar la entrada que se considera trasera, situada en calle Córdoba.

Reseña histórica

Según las primeras referencias, registro de la Propiedad de Écija, nos encontramos ante un edificio ubicado en el número 3 de calle Colón, de 626,50 m2 de extensión superficial, la fachada que mira al sur (la principal) mide 17,50 metros y 35,80 metros de fondo. Compuesto de primer cuerpo formado por portal, dos salas y cámara o habitación de alta corrida, colgadizo que contiene cocina y despensa, encontrándose además dentro de su área, patio, cuadra, corral con pozo, pila y un pajar con tinajón, cuya construcción es de las llamadas de “tapia y rama”.

No se puede considerar como primitiva vivienda de colonos construida durante la fundación de la población ya que se supone fue levantada en el siglo XIX sobre una antigua vivienda colonial, circunstancia esta que se da con frecuencia ya que en el informe que redacta el intendente de las Nuevas Poblaciones, en su visita a Cañada Rosal en 1796, manifiesta que casi todas las casas se encuentran en ruinas.

En 1925 la que aparece como casa ocupada por las fuerzas de la Guardia Civil es la vivienda número 9 de calle Colón. Meses más tarde, tras un acuerdo con la familia propietaria y pequeñas obras, el Cuerpo Nacional se traslada al número 3 de la misma vía. Se trata de un espacio común donde habitan varias familias, disponiendo de cuadra, pajar, granero y agua en abundancia.

Ante la falta de fincas urbanas con locales adecuados de propiedad municipal, se inicia un expediente con el fin de adquirir el inmueble. Es por lo que, el 30 de julio de 1969, el edificio de unos 697,00 m2 (cambio de superficie tras medición realizada por el Maestro de Obras) pasa de propiedad privada a propiedad del Ayuntamiento de La Luisiana (municipio al que pertenece Cañada Rosal hasta su segregación de 1986). El precio de la compra-venta estipulado asciende a unas 250.000 pesetas.

Con motivo del bicentenario de la muerte del Rey Carlos III (1788-1988), la Consejería de Obras Públicas y Transporte de la Junta de Andalucía, aprueba una serie de proyectos a realizar en cada uno de los núcleos que constituyen las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, creadas por iniciativa de este monarca.

En Cañada Rosal, a propuesta de la Corporación Municipal, se elige la Casa Cuartel de la Guardia Civil (antigua casa de labranza) como el edificio más relevante de propiedad municipal, con la intención de que una vez rehabilitada sirva como sede del ayuntamiento 103 de la provincia de Sevilla, constituido solo dos años antes. Importante decisión ya que en estos instantes, la sede de la Casa Consistorial, situada en el número 23 de calle Hermano Pablo, resulta pequeña para atender a sus aproximadamente 2800 habitantes.

El 21 de diciembre de 1988 se firma el “Protocolo para la salvaguarda, rehabilitación y mejora de las Persistencias Territoriales, Urbanas y Arquitectónicas de la Ilustración en Andalucía”, firmado por una parte el Consejero de Obras Públicas y Transportes y por otra los alcaldes de las Nuevas Poblaciones, por Cañada Rosal D. Antonio Méndez.

Aunque la duración de aquel contrato, firmado el 12 de septiembre de 1925, parecía provisional o por pocos años, este se alarga hasta el cambio de titularidad y posteriormente a la apertura de la nueva sede de la Comandancia de la Guardia Civil, inaugurado junto a Plaza Nuevas Poblaciones a principios de la década de los 90.

Desalojado el antiguo edificio que ocupa la benemérita, el 9 de abril de 1990 se realiza la entrega del inmueble al Excmo. Ayuntamiento de Cañada Rosal. A principios de enero de 1992, se inician las obras de restauración siendo alcalde D. Antonio Delis.

Finalizadas las obras, el edificio es bendecido por el párroco de la localidad el 27 de agosto de 1993 y ese mismo año, se produce la inauguración el 20 de septiembre. Asisten a tal efeméride: el Excmo. Señor Presidente de la Junta de Andalucía D. Manuel Chaves González, la Delegada del Gobierno en Andalucía Dña. Amparo Rubiales, el Presidente de la Diputación D. Miguel Ángel del Pino y las personas del pueblo que desean sumarse al acto.

Salvo fachada, la casa reúne parecidas características que las casas de la fundación de la colonia. Su arquitectura, compuesta de diversos elementos, no deja de ser interesante, siendo una auténtica casa de labranza con suficiente solera, con unos propietarios oriundos de colonos, una institución militar que la habita en los difíciles años de 1936-1939 y siguientes, con una situación privilegiada y por último, justificando su acertada rehabilitación, por ser el edificio más importante de propiedad municipal con que cuenta Cañada Rosal.

El proyecto y los trabajos realizados

El proyecto está basado en un análisis detallado donde se distinguen las partes de cierto interés de las edificaciones que forman el conjunto, aunque realmente este interés radica en la imagen que pueda extraerse de forma casi intuitiva, más que en la construcción de las edificaciones propiamente dichas.

Los elementos principales son las dos primeras crujías que dan a la calle Cristóbal Colón y que están conectadas en Planta Primera por una arcada de gran dimensión en comparación con la escala del resto del edificio, así como la forma de ventanas, huecos y materiales empleados en general.

Anteriormente existía una pieza, el antiguo granero, que por su situación en el conjunto y su forma volumétrica juega un papel importante en el nuevo diseño.

Un elemento considerado de interés para la rehabilitación, pero más como la imagen que sugería que físicamente, puesto que su estado era bastante malo, es la galería interior del patio principal hecha con rollizos de madera sobre pilares de fábrica, metálicos en Planta Primera.

El edificio corresponde a la tipología de casa agrícola con una separación muy clara entre la zona de vivienda y el patio y anexos de labranza. Dos cuadrados de los cuales uno estaba destinado para vivienda y granero y el otro a cuadras y pajar.

La zona de vivienda está formada por dos crujías paralelas a fachada y una entrada central que conduce a un pequeño patio donde estaba la escalera y galería de acceso al antiguo granero, en Planta Primera. Es posible que más tarde se añadiera la tercera crujía, en parte, para instalar cuarto de baño y cocina de las viviendas.

Con respecto a la fachada, se observa el interés que hubo en la composición simétrica de estas, extrañando la disposición de los huecos altos, ya que la casa tipo de esta zona tiene siempre un hueco pequeño de altillo sobre la entrada, en lugar de dos huecos encima de los de Planta Baja.

Parece que existe un intento de dignificar el edificio, disponiendo de un pretil que tapa el tejado, como se hace en casi todas las ciudades en la época de la Ilustración que quieren modernizarse. Se organizan los huecos de Planta Primera con apariencia de ser iguales que los de Planta Baja, para que de esta forma, dé aspecto de tener más de una planta y altillo. Las cubiertas eran en las antiguas cuadras de teja plana.

El edificio estaba construido con muros de carga de tapial y ladrillo y forjados de madera de rollizos con solería cerámica, como elementos más característicos. Se observa, que a lo largo de los años ha sufrido distintas modificaciones y reformas, generalmente añadidos, generando diferentes cambios de uso puntuales.

A criterio de los arquitectos encargados de la rehabilitación, existe cierta ingenuidad que atrae en la forma de hacer los huecos de fachada, ya que interiormente están a ras de suelo y no son muy grandes, con lo cual no se desprenden de su condición de hueco de “sobrao” o “doblao”.

Igualmente, opinan que los múltiples usos que se quieren dar al edificio, presentan el problema más que de espacio, de relaciones entre ellos, porque el museo o biblioteca pública o el espacio de representación, exigen una afluencia de público distinta que la que pueda tener los juzgados o las oficinas administrativas del ayuntamiento y por tanto el poder enfatizar la entrada por la calle Córdoba, ayuda a ordenar estas relaciones.

El primer cuadrante que da a la calle Cristóbal Colon está compuesto por las edificaciones de mejor calidad, se destina al edificio administrativo del ayuntamiento, es decir, despachos, oficinas, juzgados, policía municipal y salón de plenos; y en el segundo cuadrante con menos edificaciones y dando fachada a calle Córdoba es el que acoge abriéndose con una pequeña explanada para actuaciones al aire libre, las funciones de museo y biblioteca, completando y mejorando la rehabilitación en su conjunto.

El espacio previo a calle Córdoba, bien podría considerarse como una pequeña plaza peatonal arbolada que da acceso a varias dependencias o servicios públicos.

Una visual hacia las casas medianeras en el conjunto, obligan a dar una solución con construcciones que permitan rematarlas y no verlas como algo residual. Por ello, en la zona del patio de labranzas, en los antiguos garajes, es necesario elevar una planta que se amolde a la altura de la medianera existente y resuelva además la mala solución que tenía el desagüe.

El tipo de forjado con rollizos es una de las características constructivas más singulares y se ha hecho un esfuerzo por mantenerla. En Planta Primera están comunicadas las dos crujías principales por unos arcos bien conservados con bastante escala en comparación con la del resto del edificio.

Las dos crujías principales que dan a calle Cristóbal Colon se trataron de forma que quedase el mayor espacio continuo posible. Para respetar al máximo esa gran arcada, se han situado en Planta Primera las dependencias más amplias y claras. Estas son los despachos del alcalde y del secretario así como la extensión de las oficinas. Esto nos permite con las perforaciones en los tabiques de separación con la zona del vestíbulo y escalera, percibir el espacio de forma unitaria.

En la fachada principal ha sido necesario abrir huecos puesto que aunque exteriormente parecen balcones en cierro, la escala engaña e interiormente se observa que son ventanas de 1,30 metros de altura y se encuentran a ras de suelo. Se abren unos óculos y otros huecos que ayuden a la iluminación interior y que componen de forma más proporcionada la fachada tanto exterior como interiormente.

En la segunda crujía se ha situado una escalera ante la necesidad de subir a Planta Primera de forma cubierta y para conectar visualmente la Planta Baja con la de los arcos, zona más noble.

El patio principal queda muy bien caracterizado por los limoneros y por la imagen de la galería. En el proyecto se ha completado esta galería de forma que nos conecta con las otras dependencias (biblioteca y aseos) y al mismo tiempo fortalezca y le de mas solidez a la separación del segundo patio que estaba resuelto solo con un murete aislado. Este patio principal actúa de vestíbulo de público (con acceso también al salón de plenos), junto con el vestíbulo y la escalera interior que se ha creado.

Finalmente un tercer espacio libre que es el que actualmente representa al patio de labranza es el que acoge la plaza pública presidida por un balcón representativo donde pueden darse pequeñas actuaciones y desde donde se accede a la biblioteca y al museo. Aunque por el control de acceso del solar, ha sido necesario cercar la plaza, se ha pensado en una cancela de forma que esté casi siempre abierta y por tanto no entorpezca el paso y la afluencia de público.

La biblioteca es la que nos marca el límite con la zona administrativa y se compone de una edificación existente (el antiguo almacén de grano) que pasa a ser almacén y control de libros y almacén del museo en Planta Baja. Desde esta pieza se proyectan dos salas entendidas como pequeñas cajas de cristal bien iluminadas y destinadas a la lectura.

A la biblioteca se puede acceder bien, de forma cubierta a través del museo y una galería que da a la plaza o bien desde la plaza por una escalera en rampa que nos ayuda a construir la medianera y a controlar las fachadas del nuevo espacio público. Hay un tercer acceso más privado por la prolongación de la galería desde el edificio administrativo.

La función del museo o sala de exposiciones permanentes y biblioteca obligan a estar muy conectados porque ambas necesidades nacen para conservar la historia esencialmente de la época en la que se originaron estos pueblos y este edificio. Conectado también al almacén, puede servir como vestíbulo del acceso cubierto a la biblioteca.

El tratar esta pieza museo-biblioteca en dos plantas permite resolver de forma satisfactoria el encuentro con la medianera de la casa existente, desde un punto de vista constructivo puesto que la recogida de aguas estaba mal resuelta y desde un punto de vista formal para el control de las medianeras en el espacio público.

Para eliminar en lo posible problemas constructivos en la cimentación y estructura junto a la casa medianera, para dar iluminación directa y mayor al espacio del museo y a la sala de lectura de la biblioteca y para resolver el encaje de alturas de las diferentes piezas, se ha recurrido a la solución de hacer un lucernanario que permite cierta independencia de la medianera.

En general se han buscado soluciones constructivas sencillas intentando utilizar en las menos ocasiones posibles materiales ajenos a la tradición. Así los revestimientos de paredes son de morteros de cal estucados en blanco, solerías de barro, empedrado en plaza y los techos de viguería, tablazón y carpintería de madera. En cubierta se recupera la teja plana, y se ha resuelto el resto con la tradicional teja curva. La cornisa de fachada que recoge el canalón, está resuelta con fábrica de ladrillo y piezas de goterón. Mediante la simple triangulación de unos ladrillos, se consigue una celosía continua junto a la galería exterior del museo, pretendiendo hacer un guiño a antigua construcción existente.

Se han intentado mantener los huecos existentes en los muros porque al ser estos de tapial, es difícil abrir nuevos huecos sin provocar derrumbe o desmoronamiento. No obstante en algunos puntos nos ha sido bastante imposible utilizar los huecos existentes por problemas de necesidad de mayor iluminación o compositivos.

En general en la obra se ha querido conseguir aunar las características de la casa de labranza con la necesaria modernización que exige un edificio de este tipo, tanto en instalaciones, iluminación, como en imagen.

Actuar en un conjunto de edificios frágiles, de cal, barro y madera, con muros de tapial, con un esplendoroso limonero y un bello y oloroso jazmín, símbolos de pureza y bondad en los que se ha agolpado el tiempo, y que sugerían una imagen delicada que en realidad no existía, era el desafío que había que hacer frente.

La añoranza de esa imagen ha acompañado durante toda la obra, ayudando en la justa elección de los materiales a usar y en la búsqueda de la medida, justa también, de los espacios.

Ficha Técnica

Arquitectos AMMD (Antonio Martin – Montserrat Díaz). Estudio de arquitectura situado en Sevilla ciudad y formado en 1980.

Antonio J. Martín Molina (Arquitecto). Nace en Málaga el 7 de enero de 1954. Titulado en arquitectura en la ETSA de Sevilla con las dos especialidades de Edificación y Urbanismo en 1980.

En 1983 es miembro de la Comisión de Patrimonio Histórico de Sevilla.

Para la Administración Pública ha desempeñado los cargos de Director del equipo técnico del Departamento de Protección de Monumentos de la provincia de Sevilla (Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía) entre 1985-1986.

En restauración monumental, destaca la intervención en el Palacio Arzobispal de Sevilla que tiene su inicio en 1992.

Montserrat Díaz Recasens (Arquitecto). Nace en Sevilla el 20 de agosto de 1954. Titulada en arquitectura en la ETSA de Sevilla con las dos especialidades de Edificación y Urbanismo en 1980.

Participa en un equipo multidisciplinar para la elaboración del Diccionario Histórico de las calles de Sevilla para el Ayuntamiento de Sevilla (Publicado en 1993) y desarrolla el Catalogo de edificios de protección integral para el Ayuntamiento de Sevilla entre 1981 y 1982.

Es profesora en el Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura Universidad de Sevilla, desde 1985.

En 1993 participa en la redacción y fotografías del libro Rehabilitación de antigua casa de labranza para sede del nuevo ayuntamiento de Cañada Rosal, al cuál pertenece gran parte del texto de esta entrada de blog.

Antonio Cueto Martínez de Baños (Aparejador / Arquitecto Técnico).

Ingeniería: INSUR.

Empresa Constructora: Francisco Sánchez Rodríguez.

Superficie construida según proyecto: 712,00 m2.

Presupuesto: 73.400.000 millones de pesetas.

Fecha de Proyectos y Obras: 1989-1993.

Propiedad: Junta de Andalucía. Consejería de Obras Públicas.

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